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El Observatorio Europeo de Drogas demuestra que no se ha producido un incremento en la potencia del cannabis consumido en Europa

Un reciente informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías desmiente que la potencia del cannabis consumido en Europa se haya incrementado en los últimos años. Tras analizar la literatura sobre el tema y los informes remitidos por los países miembros de la UE, los autores del informe señalan que la potencia del cannabis se ha mantenido constante –con concentraciones medias de THC de entre el 6% y el 8%– en los últimos años. Sólo en Holanda se ha incrementado la potencia de esta sustancia, debido a la importancia que el cannabis de producción local –de mayor potencia– tiene en ese país. En el resto de Europa, donde el consumo de cannabis de importación –cuya potencia no ha cambiado– es claramente mayoritario, el cannabis en circulación tiene la misma potencia que en los años 80 o 90.

Haciéndose eco de unas declaraciones del ex–ministro del Interior Angel Acebes, la mayoría de los medios de comunicación españoles aseguraron hace algunos meses que la potencia del cannabis se ha incrementado de forma notable en los últimos años. ‘La potencia de los porros se ha quintuplicado en diez años por la selección de las semillas’, tituló ABC. ‘La manipulación de las semillas de cannabis hace que los porros sean cada vez más dañinos’, aseguraron el Diario Vasco y el Correo. Un reciente estudio del Observatorio Europeo de las Drogas y las Drogodependencias (OEDD), el ente oficial de la UE para el análisis de las cuestiones relacionadas con estas materias, pone ahora de manifiesto que aquellas informaciones eran erróneas y que la alarma causada por el ministro no estaba justificada.

Para examinar de forma rigurosa los eventuales cambios que hayan podido darse en la potencia de la droga ilegal más consumida en el mundo, los expertos del OEDD han analizado los estudios que sobre esta cuestión se han desarrollado en los últimos años y han remitido un cuestionario a los sistemas nacionales de información sobre drogas de todos los estados miembros de la UE. Pese a las dificultades técnicas a la hora de definir y medir de forma fidedigna la potencia del cannabis que consumen los casi 30 millones de personas que utilizan o han utilizado esta droga en Europa, las conclusiones del estudio están claras: en los últimos años, la potencia de los productos cannábicos se ha mantenido estable en la mayor parte de los países de Europa, con porcentajes de concentración de THC (el principio activo del cannabis) entre el 6% y el 8%.

La única excepción a la norma es Holanda, donde, a consecuencia de la importancia que en aquel país tiene el cannabis producido dentro de sus fronteras, las concentraciones medias de THC alcanzaron en 2002 el 16%. El estudio explica que el incremento en la potencia del cannabis que se ha dado en ese país se debe casi en exclusiva al incremento del consumo del cannabis de producción propia, cultivado con técnicas de cultivo intensivo y de mayor potencia que el cannabis importado. Efectivamente, el cannabis producido en el interior de la UE registra concentraciones de THC muy superiores al cannabis que se importa de del Norte de Africa, del Caribe o de Asia, donde el cultivo al aire libre y los largos periodos de almacenamiento reducen la potencia de la sustancia (según el estudio, cada año, la resina de cannabis pierde a temperatura ambiente cerca de un 20% de su potencia, quedando a veces en menos de dos años inservible para su uso). Por el contrario, en Europa, la selección y manipulación de semillas, el uso de sistemas de riego, iluminación, abono y temperatura artificiales, así como su mayor frescura por el menor tiempo transcurrido entre la recolección y el consumo, hace que las concentraciones de THC sean mucho mayores.

Incremento de la producción doméstica

Aunque es cierto que la producción doméstica de cánnabis se ha incrementado sensiblemente en los últimos años en casi todos los países de Europa, su peso relativo en el conjunto del mercado sigue siendo muy pequeño: en Irlanda por ejemplo, representaba en 1999 el 5% del cannabis consumido y el 15% en el Reino Unido. En Holanda por el contrario, entre el 50% y el 66% del cannabis consumido fue de producción propia aquel año.

Para que los cambios en la potencia del cannabis hubieran afectado a un sector considerable de los consumidores, añade el informe, deberían haberse producido al menos uno de los dos hechos siguientes: que el cannabis importado a Europa hubiera experimentado un cambio significativo en su composición –cosa que según los datos del estudio no ha ocurrido– o que el cannabis doméstico se hubiera impuesto al de importación, lo que tampoco ha ocurrido. Por lo tanto, al haberse mantenido estable la concentración de THC del cannabis marroquí, colombiano o afgano, y al seguir siendo el cannabis importado el que principalmente nutre los mercados europeo, no puede decirse que el hachís o la marihuana que fuman los consumidores europeos sea hoy más potente que en el pasado. En efecto, los datos disponibles desmienten que exista una tendencia consistente al alza en la hierba o la resina de cannabis importada a Europa. Al contrario, como se observa en la tabla, entre 1998 y 2002 las concentraciones medias detectadas en el conjunto de los países analizados se han mantenido invariablemente entre el 6% y el 8%. Ello no impide, en cualquier caso, que de forma puntual se hayan registrado niveles mucho más altos en diversos momentos y países. Para los expertos, estos picos pueden deberse tanto a condicionantes naturales del cannabis importado como a una mayo afluencia en un momento dado de cannabis de producción propia o, incluso, a disparidades en las metodologías utilizadas para la medición.

¿Pueden estos cambios producir problemas de salud en los consumidores europeos de cannabis? El informe deja claro que los consumidores de las variables más potentes de la planta se exponen a padecen en mayor medida determinados problemas (como ataques de pánico o problemas psiquiátricos menores), y no puede descartarse un impacto significativo en la incidencia entre estas personas de complicaciones psicológicas a largo plazo.

Para los responsables del Observatorio, en definitiva, es necesario huir tanto del alarmismo gratuito como de la autocomplacencia a la hora de valorar los efectos de los cambios reales en la potencia del cannabis. El cannabis que se produce en Europa con innovadores métodos de cultivo es sin duda de mayor potencia que el cannabis importado, pero sigue siendo relativamente escaso en la mayor parte de los países. Esa situación, sin embargo, puede cambiar; será entonces preciso –concluye el informe– aplicar las medidas necesarias para evaluar la situación y valorar el impacto que las nuevas propiedades de la sustancia pueden tener en la salud de los consumidores.

Potencia media (% THC) registrada a nivel nacional en diversos países

1999
2000
2001
2002
Bélgica
-
7,1
13,6
9,7
República Checa
15,0
1,5
11,5
6,3
Alemania
8,4
10,5
8,6
7,9
Francia
-
7,5
7,5
8,0
Hungría
-
-
-
2,0
Italia
8,5
8,8
11,2
13,9
Luxemburgo
3,5
8,0
7,1
-
Holanda
12,6
12,8
20,6
-
Noruega
-
-
8,0
5,0
Portugal
3,7
2,2
5,5
2,6
Reino Unido
2,6
18,1
7,4
-

 

la info en: http://www.drogomedia.com/estudios/elob.htm

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